viernes, 11 de junio de 2010

Gardel, Mazzalli y Musimessi, tres personajes mundialistas.

Se acabó la espera, arrancó el mundialy será un mes a puro fútbol, estadisticas, especulaciones y muchos goles, al menos eso deseamos todos. Si una cosa han tenido estos torneos desde Uruguay 1930 hasta Sudáfrica 2010 son las curiosidades que aparecen en ellos. El escritor y periodista Luciano Wernicke sacó en el momento preciso el libro Historias insólitas de los mundiales de fútbol. ¿Qué mejor manera de calmar la espera de los partidos que saber más acerca de suecesos o cosas increibles de estos torneos? Hay muchas perlitas que sólo Wernicke a fuerza de curiosidad e investigación logró dar a conocer. Gracias a él se descubre, como pregonamos desde nuestro blog, que música y deporte no están unidos hace poco tiempo. La primera anécdota tiene como protagonista al cantautor Carlos Gardel, un tipo polemico si los hay porque aún hoy a casi 75 años de su fallecimiento no se sabe si nació en Argentina, Uruguay o Francia. La final de los juegos olímpicos de 1928 fue entre Argentinay Uruguay con victoria para los charrúas. Con el objetivo de limar asperezas que hubo en el encuentro, Gardel reunió en París a ambos seleccionados. Los jugadores fueron sentados intercalados. El cruce más duro había sido entre el wing albiceleste Raimungo Orsi y el volante derecho oriental Leonardo Andrade, el uruguayo había pateado con dureza una rodilla de Orsi y el atacante se la devolvió con un fuerte pisotón en el tobillo. Para calmar las aguas, el Mudo invitó al extremo argentino - que además era un virtuoso violinista e integró la orquesta de Francisco Canaro - a subir al escenario y sumarse al conjunto.